Esta semana, Madonna se ha visto envuelta en un conflicto legal tras ser demandada en Nueva York por dos de sus seguidores, Michael Fellows y Jonathan Hadden, que no toleraron que el inicio de su show en el Barclays Center de Brooklyn, perteneciente a su actual gira “Celebration Tour”, tuviera más de dos horas de retraso.
Según documentos judiciales obtenidos por People y TMZ, los demandantes asistentes al concierto acusaron a la ganadora del Grammy de “publicidad engañosa”, después de que, supuestamente, el espectáculo del pasado 13 de diciembre iniciara a las 22.30 horas, dos horas más tarde de lo anunciado en las entradas (20.30 horas).
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Estos retrasos, según Fellows y Hadden, se convirtieron en una constante esa semana, repitiéndose en las subsiguientes fechas del tour en la misma ciudad de Brooklyn los días 14 y 16 de diciembre.
La demanda, dirigida también a la promotora del tour, Live Nation, y al recinto Barclays Center, argumenta que el retraso constituye un “ejercicio gratuito de publicidad falsa, tergiversación negligente y prácticas comerciales desleales y engañosas”.
En la demanda, afirman que, de haber conocido el horario real de inicio del concierto, “no habrían pagado las entradas”, que ascendían a 155.90 y 292.50 dólares y que consideran ha sido una inversión que no valió la pena en lo absoluto.
Además, aseguran que la irresponsable tardanza de la intérprete de Material Girl obligó a los espectadores a tener que retirarse a la 1 de la madrugada, cuando finalizó el espectáculo. En los documentos legales, se refirieron a otros fanáticos defraudados en su misma posición: “tuvieron que hacer frente a un transporte público limitado, a un uso compartido limitado de los medios de transporte y/o a un aumento de los costes del transporte público y privado a esa hora tardía”.
El historial de Madonna en cuanto a retrasos es bien conocido por sus seguidores y no es la primera vez que se enfrenta a reclamaciones legales por esta razón, algo que Fellows y Hadden usaron a su favor en la demanda. Ya en 2019 y 2020 fue objeto de demandas similares, y en una ocasión respondió a las críticas diciendo sobre el escenario: “Hay algo que necesitan entender: una reina nunca llega tarde”.
La demanda actual busca una elevada indemnización por daños que no ha sido detallada en los documentos presentados. Hasta el momento, ni Madonna, ni sus representantes, ni las compañías demandadas han realizado declaraciones al respecto del caso.
Según una fuente exclusiva de People, antes de subir al escenario del Barclays Center en donde la esperaban 14.000 fanáticos en su primera fecha en Brooklyn, la diva de 65 años se enfrentó a una serie de inesperados “problemas durante la prueba de sonido que hicieron que el programa se retrasara una hora”. Contrario a los informes de una demora de tres horas, la fuente aclaró tajantemente que el retraso fue únicamente de una sola hora.
Conforme el espectáculo siguió su curso, los ánimos lograron calmarse parcialmente, pues aunque muchos usuarios aseguraron que el espectáculo valió la pena tras las horas de espera, la cantante no se molestó en dar una explicación por su retraso durante su puesta en escena. Desde ese entonces, ni Madonna ni sus representantes se han manifestado.
El malestar y furia del público neoyorquino se ha hecho eco en las redes sociales, donde aprovecharon para evidenciar los hechos y expresado su frustración en los conciertos del pasado diciembre. Lo que queda claro es que la impuntualidad, incluso para una figura del nivel de Madonna, puede acarrear consecuencias legales y generar un descontento notable entre los fans más fieles.